La adolescencia es una etapa crítica de la vida, ya que es aquí donde todo ser humano sufre cambios biológicos y psicológicos que definirán en un futuro al tipo de persona en el que se convertirá. Durante esta época, el individuo adopta conductas que observa en su entorno y éstas pueden ser tanto positivas como negativas. Y el más claro ejemplo de conducta negativa es el hecho de que la mayoría de adolescentes empiezan a fumar porque lo hacen muchos de sus amigos. Otro de los motivos principales para comenzar en la adicción es la rebeldía típica en la adolescencia, contra los padres, el colegio, la sociedad y no hay mayor demostración de rebeldía que empezar a fumar.
La adicción al tabaco es difícil de superar para un adulto, por ello hay tantos fumadores, pero es mucho más complicado para un adolescente. Síntomas como irritabilidad, tensión, nerviosismo o insomnio puede influir de forma negativa en la intención de dejar de fumar.
Pero, ¿por qué es malo fumar? Todo el mundo sabe la cantidad de enfermedades directas o indirectas que conlleva el consumo de tabaco, pero, quizás no sepa los componentes químicos cancerígenos que lleva cada cigarrillo. Son más de 4.000 pero alguno tan conocidos como estos:
- Nicotina: veneno mortal y principal componente adictivo del tabaco.
- Arsénico: Potente veneno para ratas.
- Amoniaco: Componente utilizado en la limpieza de las viviendas.
- Butano: líquido para encendedores.
- Formol: Componente utilizado para la conservación de los cuerpos.
- Cianuro de hidrógeno: Utilizado en las cámaras de gas.
A muchos adolescentes les gusta la sensación que sienten cuando fuman. Esta sensación de bienestar proviene de la nicotina de los cigarros. Algunos jóvenes tienen la falsa creencia de que fumar les ayuda a perder peso o mantenerse delgado y otros para sentirse más a gusto en ciertas circunstancias sociales. Si todo esto te suena, debes parar y pensar si las razones por las que te gusta fumar merecen la pena correr los riesgos.
La nicotina te puede hacer sentir bien, sentimiento que puedes obtener con otras acciones mucho menos nocivas como hacer deporte o practicar tu hobbie.
Fumar no ayuda a perder peso o mantenerse delgado ya que si no, no habría ningún fumador gordo.
Fumar baja tus niveles de hormonas.
Muchos jóvenes no se sienten adictos al tabaco y suelen comentar que lo dejarán cuando ellos quieran o poner fecha límite: "yo lo dejaré en un par de años, cuando me sienta preparado". Lo que no saben es que cuando lo intentan ya es muy complicado y son presos de la nicotina. Las situaciones de stress, como los estudios, o salir con amigos que fuman hace que aumente la probabilidad de fumar o aumentar el consumo. Prueba a estar una semana sin fumar, si se te hace muy complicado, posiblemente seas adicto a la nicotina.
Estudios indican que más del 75% de los jóvenes continúan fumando tras cinco años de consumo y lo que es peor, más difícil será dejar de fumar y más daño harás a tu cuerpo.
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